martes, 7 de julio de 2009

El mito de los ángeles caidos...


En las religiones judía, crístiana y musulmana, un ángel caído es un ángel que ha sido expulsado del cielo por desobedecer o rebelarse contra los mandatos de Dios.

Según las leyendas más conocidas, después de la Primera Guerra en los Cielos, muchos ángeles fueron expulsados, convirtiéndose así en ángeles caídos. El ángel caído más reconocido por la historia es Lucirer; aunque esta palabra nunca se usa para referirse a un ángel caído dentro de la Biblia.

Hay varias hipótesis y mitos en relación a la caída de los ángeles; la mayoría teniendo como tema principal el libre albedrío, lujuria o vanidad, o la falta de entendimiento de los actos de Dios. Según el islam; el único angel caido es Iblis o Sitán. Este habría desobedecido la orden de Dios para arrodillarse ante Adam (porque Adam fue creado de la humilde arcilla, mientrás él había sido creado del fuego). Dios le expulsa y éste promete a Dios revelar la verdadera cara del hombre (mediante la incursión en los pecados). Para esta labor Satan o Iblis se emplea de los Junun (sing. Jinn) que ya estaban en la tierra antes que el hombre y que algunos aceptan a Dios y otros lo rechazan. Otra hipótesis cita sobre la potestad que el mismo Dios le otorga a los angeles caidos, que es el alcanzar la divinidad absoluta (aunque esto es considerado como herejía en el cristianismo católico) y nombra a Lucifer como la figura mas relevante y representativa. A los ángeles caídos se les suele considerar demonios ya que fueron expulsados y estos crearon su propio hogar, que solemos conocer hoy como Infierno. El más poderoso de los primeros ángeles que traicionó a Dios fue Lucifer, al que los demás demonios o ángeles caídos consideraban su líder y amo supremo del infierno.

Consecuencias del libre albedrío

Estas hipótesis o mitos están relacionados al libre albedrío y a los problemas en los cuales se ven envueltos aquellos que lo poseen. Estas hipótesis o mitos, las cuales pueden presentar en sus relatos algunas variaciones que hace que puedan existir diferentes versiones de cada una; son las siguientes:

El aura de Dios

La hipótesis fue expuesta por Orígenes de Alejandría, uno de los distinguidos Padres de la Iglesia en sus comienzos. Orígenes creía que Dios había creado a todos los ángeles de una forma uniforme y con libertad. Sin embargo, al tener el poder del libre albedrío, algunos de estos ángeles comenzaron a alejarse de Dios. Orígenes sostenía que aquellos que se alejaban menos se mantuvieron en las regiones cercanas a Dios; mientras que aquellos que se alejaron cayeron a los aires más bajos, convirtiéndose así en lo que conocemos como Ángeles (la orden más baja en la jerarquía angelica). Aquellos que se alejaron aún más se convirtieron en humanos, y finalmente aquellos que se alejaron a una distancia aún mayor se convirtieron en los caídos de Dios, o demonios. Estos caídos son los que componen el Infierno.

Orígenes explica de manera metafórica que, aunque estos ángeles cayeron y se convirtieron en humanos o demonios, la esperanza no debe perderse ya que los hombres se pueden convertir en ángeles, y los demonios pueden también recuperar su antigua apariencia angelical.

Lujuria

Esta otra hipótesis tiene como origen principal a una serie de libros no canónicos titulados Los Tres Libros de Enoc, una serie de libros encontrados en la pseudoepigrafía del Antíguo Testamento y en un pasaje del libro del Génesis. De acuerdo a este hipótesis, Dios le pidió a un grupo selecto de ángeles (los Grigori) que ayudaran a los Arcángeles a crear el Edén. Aquellos ángeles que descendieron a la tierra vieron a las hijas de los hombres y se encantaron con las mismas. Debido a esto, comenzaron a revelarle al hombre algunos de los secretos del cielo; como por ejemplo el movimiento de los cuerpos celestes ( astrólogia), el arte de hacer armas, y el mejoramiento de la cara y el cuerpo con maquillaje y perfumes (vanidad). Algunos hasta se enamoraron y tomaron como esposas a mujeres terrenales, creando una serie de descendientes similares a gigantes, llamados Nephilim. Esto enojó a Dios de tal manera que maldijo a todos aquellos que lo habían traicionado, los desterró del cielo, y los convirtió en mortales o en demonios. Dios envió un gran diluvio para limpiar el desastre dejado en la tierra por los descendientes de estos ángeles. Algunos ángeles conocidos que cayeron por estas razones son Semyazza, Luzbel (Satanás), y Azazel.

La única referencia sobre el tema en la Biblia, en la cual se alude a este evento, es un verso del libro del Génesis en el Antiguo Testamento:

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Yahveh Dios: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llevaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad, fueron varones de renombre.

Génesis 6:1-4

Vanidad (Orgullo)

Este mito está relacionado a la rebelión de Lucifer en contra de Dios, muy conocida entre los cristianos. Lucifer fue el primer ángel y querubín en ser creado, y era además el más poderoso. Solo Dios lo superaba en inteligencia y poder. Irradiaba más luz que cualquier otro ángel, y su belleza era como ninguna antes vista en el cielo. Desafortunadamente, Lucifer se convirtió en un ser ambicioso, a tal nivel que un día decidió que iba a demostrarle a todos cuán grande era su poder. Para probar esto, iba a elevar su trono a la altura de Dios. Sin embargo, otros ángeles no aprobaron las intenciones de Lucifer, ya que no querían que un ser inferior tratara de ser igual a Dios y Su poder. Cuando Lucifer trató de llevar a cabo su plan reuniendo un ejército de ángeles rebeldes a Dios, fue derrotado y expulsado del cielo junto a quienes le siguieron en su rebelión.

Pecado

Esta historia indicaría que Dios creó a los ángeles con libre albedrío, pero observó que podían ser engañados. Dios pensó que su creación podía ceder demasiado fácilmente al pecado. Su solución fue el fortalecer a algunos de sus ángeles en una búsqueda del bien por un acto divino. Luego creó otro grupo de ángeles, pero esta vez no les dio Su Gracia y esperó a ver que pasaba. Como esperaba, el segundo grupo de ángeles cedió al pecado. Por esto comenzó una guerra en el cielo que culminó con una legión de ángeles puros siendo lanzados como pecadores.

Así, esta idea es unida comúnmente con la del Orgullo, estableciendo que Lucifer tenía un ejército de ángeles apoyándolo, causando así la Primera Guerra en el Cielo cuando los otros ángeles se opusieron a su plan.


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